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jueves, 9 de febrero de 2012

Pasos que se mueven con fe y tradición (Tercera y Última Parte)

Al ingresar al pueblo de Huajicori se divisa a lo lejos un panorama místico enmarcado por la copa del templo de Nuestra Señora de los Remedios. En la entrada a la iglesia, los matachines de las comunidades tepehuanas  de El Zonteco y de El Llano Tlanepantla danzan al ritmo del violín, honrando a la madrecita de los nayaritas.
Recibidos por el párroco y las campanas de la iglesia, los feligreses empiezan a entra al santuario para  agradecerle a la Virgen por los milagros que les ha concebido y cantarle sus melodías, acompañados por música de banda.
“Necesitamos que las costumbres y tradiciones de los pueblos no se pierdan, porque eso nos hace que tengamos conocimientos, valores e intereses que los distinguen como grupo y nos hace diferentes a otros pueblos”, comentó el doctor de la UAN en Lingüística, Saúl Santos.
“Por eso es necesario que los ancianos enseñen a los adultos y los adultos a los pequeños, porque este proceso, que es la enseñanza de tradiciones, tiene que ser heredada”, indicó e especialista en lingüística de la UAN.
Por eso, cada dos de febrero se celebra a la venerada Señora de los Remedios o Virgen de la Candelaria, pero según las leyendas, la Virgen fue encontrada flotando por el río de Acaponeta en un tipo de bule, la cual fue recogida por unos indígenas y llevada al templo de Huajicori por el fraile De Fuentes.
Al pasar del tiempo, desapareció de donde le estaban empezando a construir su capilla, apareciendo al poco tiempo en un llano muy grande, donde otra vez se le empezó a construir su capilla, desapareciendo de nuevo al estar terminando los cimientos, quedándole el nombre de ‘Lugar de los Cimientos, los cuales todavía existen.
Tiempo después, se dice que apareció en Huajicori cerca del río, en medio de unos veranos de unos señores de apellido Juárez, quienes dieron aviso a las autoridades para llevarla  a donde se apareció por vez primera, pero, a los pocos días de haberla llevado, volvió a desaparecer. Tiempo después apareció en lo que es hoy el centro de Huajicori, donde en lo que era una zona de monte con árboles muy grandes, encontraron a la Virgen arriba de uno de esos árboles.
Por estas historias, mitos y leyendas  los habitantes de la región de Nayarit y estados vecinos veneran  a Nuestra Señora de los Remedios con tanta devoción, ofreciéndole cultos, danzas y ofrendas.

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